Durante la mañana del lunes, 31 de octubre, El Museo Canario se convirtió en el plató de rodaje del documental sobre Pepe Dámaso. Se trata de un proyecto que aborda la vida y la obra de este artista, producido por Andrés Santana y dirigido por el cineasta Sigfrid Monleón, ambos con una extensa y reconocida trayectoria profesional. El documental comenzó a rodarse a comienzos de agosto en Agaete, pueblo natal de Pepe Dámaso, y contempla varias paradas por los escenarios por los que ha transitado su existencia. Una de estas paradas es precisamente El Museo Canario, donde se trasladaba el equipo, junto al protagonista de la cinta, para indagar en la relación que el pintor ha mantenido con nuestro centro y conocer la influencia que la cultura material de los antiguos canarios ha tenido en su obra.
Pepe Dámaso expuso su trabajo en el museo en una muestra celebrada en 1958, y tras su clausura donó uno de sus lienzos a la institución, “Niño y caballo” –una de sus obras más desconocidas, que hoy forma parte de la colección artística que conserva el museo–. Pero El Museo Canario fue, ante todo, fuente de inspiración para él, y así lo contaba el propio Dámaso, recordando cómo por los años 50 recorría las salas dibujando piezas de cerámica, molinos de piedra, etc., muchas de las veces en la soledad de las estancias, cuando más le gustaba trabajar. También las salas de antropología dejaron en él una profunda huella; los restos humanos conservados de la población indígena de Gran Canaria han inspirado algunas visiones artísticas de la muerte, tema recurrente en la obra de Pepe Dámaso.