Recientemente se ha publicado una parte de los resultados obtenidos del análisis genético efectuado sobre diversas muestras de la cabaña ganadera aborigen del archipiélago, entre las que se incluyen pieles animales que conformaron la mortaja en la que eran envueltos los muertos de la población prehispánica de Gran Canaria. Este proyecto, en el que participó El Museo Canario, ha dado lugar a una rica información referente tanto a la sociedad aborigen como a las actuales poblaciones caprinas y porcinas (cerdo negro), en cuya configuración ha tenido un peso importante la herencia genética de la ganadería prehispánica, cuyo origen hay que situar en las cabañas bereberes del Norte de África.