Con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del artista Manuel Millares Sall (1972-2022), El Museo Canario organiza la exposición «Manolo Millares. Del arraigo, del Desgarro», que podrá visitarse en la sede de la entidad museística entre los días 14 de julio y 14 de septiembre de 2022.
Para la financiación de esta muestra, El Museo Canario cuenta con la colaboración de Canaragua, empresa de referencia en el tejido empresarial canario que mantiene un destacado compromiso con la sociedad a través de actividades de responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible. Canaragua colabora con esta iniciativa como una apuesta para fomentar el conocimiento del patrimonio cultural canario.
Esta exposición, comisariada por Laura T. García Morales, se concibe para poner en valor la importancia de la arqueología canaria como uno de los referentes centrales de inspiración para el artista Manolo Millares y algunos de sus coetáneos, en un momento clave en su carrera que marcaría todo su devenir artístico. De esta manera, la muestra facilita el conocimiento de las obras de artistas canarios que marcaron una época, como Elvireta Escobio, Felo Monzón, Martín Chirino, Manolo Padorno, José Naranjo, Tony Gallardo, Alberto Manrique y Juan Ismael. Como complemento de las pinturas procedentes de diversas colecciones, la composición se ve fortalecida gracias a los extensos archivos del Centro de Documentación de El Museo Canario.
Manolo Millares mostró en su obra una gran fascinación por el mundo prehispánico y un afán por conectar con aquel enigmático «hombre conquistado» intuido en las vitrinas de El Museo Canario. La estrecha vinculación con la arqueología canaria se convertiría, por aquellos años cuarenta y primeros cincuenta, en el centro de la vida cultural y artística de la ciudad, de forma que la institución museística pasó a ser enclave principal de visibilización para los jóvenes creadores del momento y espacio de debate para una de las generaciones de intelectuales más renovadoras de nuestra historia reciente.
La exposición se plantea, en palabras de la comisaria de la exposición, Laura T. García, «como una gran clase de historia, de la historia que tiene que ver con los estudios artísticos, literarios y de la cultura, haciendo hincapié en la riqueza cultural y artística de nuestra ciudad y en el modo espectacular en que sus artífices lograron que su repercusión traspasara las fronteras del archipiélago».