Entre el 18 de enero y el 28 de febrero de 2022, el Salón de Actos de El Museo Canario acoge la exposición temporal «Memorias del cólera. Historia de una epidemia». Se trata de una muestra en la que se expone el producto de los estudios arqueológicos y documentales realizados sobre las huellas de la epidemia de cólera sufrida en la isla de Gran Canaria en 1851. En la exposición se abordan los estragos que causó esta enfermedad en la población del momento, la manera en la que se afrontó y las consecuencias derivadas de ella en diferentes planos de la vida. De esta forma, los visitantes no solo conocerán los detalles meramente epidemiológicos y demográficos, sino que también podrán descubrir los efectos económicos, sociales y culturales de aquel trance histórico.
Esta exposición se inscribe en un momento muy particular de nuestra sociedad actual, en el que la forma de vida de los ciudadanos de todo el mundo se ha visto transformada por la pandemia de covid-19. Palabras y expresiones como confinamiento, cuarentena, distancia social o teletrabajo han pasado a formar parte del vocabulario cotidiano. Sin embargo, a pesar de su excepcionalidad, esta situación no es nueva, y la mayoría de estos conceptos fueron ya bien conocidos por las poblaciones del pasado.
A través del tiempo, crisis sanitarias causadas por otros agentes —la peste, la viruela, la fiebre amarilla, la gripe o el ébola, entre otros muchos— han marcado de una manera recurrente la historia de la humanidad. Una de las graves infecciones que recorrieron el mundo fue el cólera, enfermedad infectocontagiosa que en junio de 1851 fue detectada en Gran Canaria. La propagación se produjo con enorme rapidez, causando sobremortalidad y una gran penuria económica en la isla. Se decretó el cierre de los puertos, se establecieron cordones sanitarios y la población fue confinada para evitar la propagación y la transmisión al resto del archipiélago. Tras seis meses de contagio, miseria, desolación y muerte, el 3 de diciembre de 1851 la vida en la isla empezó a recobrar la normalidad. La angustia y el abatimiento dieron paso a la suspensión de la cuarentena, a la apertura de las comunicaciones y, finalmente, a la recuperación económica.
La covid-19 nos muestra hoy una realidad que guarda puntos en común con aquellos otros episodios del pasado. Pero si algo nos revela la historia de las epidemias es la trascendencia que el avance de la investigación científica ha tenido —y tiene— en su superación, así como la necesidad de hacer frente a las profundas desigualdades que sigue dibujando la distribución de las enfermedades.
El visitante tiene la oportunidad de acercarse a todas estas cuestiones a partir de la exposición de documentos de muy diferente naturaleza, como el compendio Memorias del cólera que da nombre a la exposición, y de los registros arqueológicos vinculados a la epidemia, como la cruz de madera de Bachicao. Además, a lo largo del recorrido encontrará códigos QR a través de los cuales podrá ampliar la información sobre algunas de estas piezas y acceder a archivos de audio con una selección de textos elaborados por diferentes autores contemporáneos a la epidemia, lo que supone una invitación a conocer la historia del cólera de 1851 en primera persona.