La Sociedad Científica El Museo Canario y la editorial Mercurio entregaron el 14 de diciembre los galardones del I Certamen Juvenil de Relato Corto de Narrativa Histórica, convocado con el apoyo del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC). Los jóvenes escritores concurrían en dos categorías diferentes, establecidas por criterios de edad. Así, la categoría A englobaba a creadores de entre 12 y 17 años, mientras que la categoría B estaba destinada a jóvenes de entre 18 y 25.
El presidente de El Museo Canario, Diego López Díaz, hizo público el fallo del jurado, según el cual resultó ganador en la categoría A el relato Anhelo, presentado por la escritora María Perera Morales, de Las Lagunetas, Gran Canaria. El acta recoge que este texto destaca por la calidad de su redacción, el lenguaje empleado y el valor literario, por recrear el paisaje histórico aborigen con personajes ajustados al pasado de las islas, por el modo en el que logra cerrar la acción del relato y por su capacidad para despertar emotividad.
Al recoger su premio, la galardonada destacó la importancia de la literatura como una excelente manera de permitir que las ideas fluyan y de darle forma a las historias que se forman en su mente. Aseguró, además, que un factor importante de su afición por la escritura se la debe a su profesora de literatura, a quien dedicó el premio.
Por su parte, en la categoría B resultó ganador el relato Taoro, obra del joven Julio Hernández Abreu, de Los Realejos, Tenerife, ambientada en el ataque del almirante Nelson contra la capital insular. El jurado valoró la importante base documental utilizada, la elaboración de los personajes y el brillante uso del lenguaje literario, y destacó especialmente el buen estilo descriptivo y el manejo de la voz narrativa.
El autor premiado recogió su diploma y explicó la manera en la que utilizó la historia del ataque inglés para describir la situación social y económica de las islas en el contexto del final del siglo XVIII. En su agradecimiento a El Museo Canario y la editorial Mercurio, el autor quiso dedicar a su abuela el galardón alcanzado.
Tras elogiar la calidad general de los textos recibidos, valorando el esfuerzo de los participantes y felicitándolos por su esfuerzo, el jurado quiso además otorgar una mención especial a algunos de los relatos más destacados en reconocimiento de su calidad y originalidad. Así, el fallo incluyó la recomendación de que El Museo Canario publique, además de los relatos ganadores, los textos presentados en la categoría A por María Mei Santana Ramos (Ni rastro de la explosión), Yanet León García (Sol de otoño) y Lorenzo Cupellini (La isla (de tinta) canaria); y en la categoría B por Estephanie Martínez Román (De mares y azares) y Alba Déniz Estupiñán (Los secretos de las hijas del salitre y la lava).
El jurado, presidido por Diego López Díaz, estaba conformado por los escritores Julieta Martín Fuentes y Juan José Mendoza Torres y los documentalistas Fernando Betancor Pérez y Luis Regueira Benítez, del Centro de Documentación de El Museo Canario. Actuó como secretario, sin voto, el director de esta institución, Daniel Pérez Estévez. En el acto de entrega de premios estuvieron presentes, además, el director general de Cultura del Gobierno de Canarias, Rubén Pérez Castellano, y el director de la editorial Mercurio, Jorge Alberto Liria.