La colección de pintaderas de barro cocido está integrada por 214 piezas que forman parte del fondo de arqueología de El Museo Canario. Estos sellos, elaborados por la población prehispánica de Gran Canaria, están conformados por un apéndice y un cuerpo cuyo campo, destinado a la impresión, acoge diversos motivos siempre geométricos. La casi totalidad de las pintaderas con un contexto arqueológico conocido procede de ámbitos domésticos.